5 consejos para fotografiar a los más peques

Detén el tiempo con nuestros álbumes infantiles Look and Remember.

Esto suena a cliché pero es la verdad: ¡Los niños crecen tan deprisa! Antes de que nos demos cuenta ya han dicho su primera palabra, se han puesto en pie, saben hacer un montón de cosas ellos solos y nos dejan anonados con sus ocurrencias. A veces echamos la vista atrás y nos preguntamos cuándo ha sucedido todo eso. ¡No dejes que todos esos momentos se pierdan!

¿Por qué no preparas un álbum ilustrado y lo imprimes para que siempre te acompañe allá donde vayas? En Look and Remember podemos ayudarte a atesorar esos instantes.

Tenemos una colección de álbumes de fotos infantiles con los que no vas a equivocarte. ¿Quieres un recuerdo de un momento único como su comunión o esas navidades increíbles? Tenemos el diseño perfecto. ¿Prefieres un estilo más desenfadado? Todos los peques se acaban obsesionando con algún motivo concreto: dinosaurios, extraterrestres, coches de carreras... hazlo a su gusto y será aún más especial. Si prefieres algo más clásico también tenemos motivos más entrañables que te harán sonreir nada más verlos.

Una vez que has decidido la temática, es el momento de pensar en las fotografías que tienes y quieres hacer. ¿Quieres que te demos algunas ideas? ¡Para eso estamos! Atención: ahí van nuestros consejos.

1. No te obsesiones con los posados

Date una vuelta por internet y busca fotos de niños. ¿Cuáles son las que más llaman tu atención? Seguro que no aquellos en las que están serios posando para la cámara. ¡Píllalos desprevenidos! A los niños no les gusta que los interrumpamos para hacer algo tan aburrido como estar quietos mirando a la cámara.

Cualquier momento del día es bueno para sacar una instantánea única. ¿Recuerdas cómo se le iluminaron los ojos al abrir su primer regalo? ¿O esa cara tan divertida cuando se embadurnó de harina en la cocina? Esos los momentos que querrás atesorar.

Gracias a los móviles, puedes sacarles una foto en cualquier lugar y momento y que el resultado sea natural y fantástico. ¡Esas son las fotos que quieres!

2. Jugar, jugar y jugar

¡La palabra clave es jugar! ¿Qué les puede gustar más que eso? Si están entretenidos con lo que más les gusta ni se enterarán de que les estás haciendo fotos y serán ellos mismos, naturales, con esas muecas y expresiones faciales que quieres inmortalizar. Así entenderán que hacer fotos es muy divertido y además lo convertirás en una actividad familiar.

Rétales a correr muy rápido hacia ti, a batir el récord de altura saltando, a bajar por el tobogán, a hacer el pino... ¡no se podrán resistir! Si al principio están un poco intimidados puedes cantar con ellos su canción favorita o empezar por alguna actividad más tranquila, como pintar o montar alguna estructura con su juego de cubos. 

3. Tres no siempre es multitud

Pide ayuda. Los niños tienen muchísima energía y a veces es muy difícil controlarlos. Así que más vale que busques aliados que te ayuden a conseguir la foto perfecta. Ellos pueden encargarse de que el pequeño esté entretenido mientras que tú solo tendrás que centrarte en encontrar la pose idónea. ¡Ya es bastante trabajo!

Intenta que sea alguien con quien se sientan tranquilos y relajados, que les inspire confianza: padres, abuelos, tíos, amigos... cualquiera será bienvenido. Pueden jugar con ellos, hacerles cosquillas (¡Las cosquillas no fallan nunca!), contar chistes... será mucho más fácil encontrar ideas para mantenerles entretenidos.

También puedes pedirles que se pongan a su altura detrás de ti y le hagan gestos o muecas para que el niño se ría mientras os mira a ambos.

4. Trabaja deprisa, ¡los niños no esperan!

Los niños se cansan con rapidez: se aburren, tienen hambre o sueño o, simplemente, quieren hacer algo diferente. Así que tendrás que ser muy rápido si quieres lograr captar ese momento único.

Aquí van algunas ideas:

→ Ten siempre la cámara a mano, nunca sabes qué va a suceder e incluso el momento más cotidiano puede convertirse en algo especial.

→ Activa el modo ráfaga o disparo continuo de tu cámara. No siempre vas a poder dedicar tiempo a enfocar y a veces más vale cantidad que calidad. Así aumentas las posibilidades de dar con la expresión perfecta.

→ Siempre que puedas, opta por sacar fotos bajo luz natural. Colócate en la dirección adecuada aprovecha los juegos de luces y sombras. Si tienes que preparar la iluminación perfecta puede que el niño o niña se aburran para cuando lo consigas y ya no quieran saber nada de fotografías.

→ Olvídate de la perfección técnica. A veces una foto borrosa o movida tiene mucho más valor que una instantánea perfectamente definida.

5. ¡Ten paciencia!

Seguro que sabías cuál iba a ser nuestro último consejo: ¡la paciencia! Si el niño no está cómodo se notará en la fotografía. Puede que tengas que dejarlo para otro día. No lo veas como un fracaso. O puede que después de media hora ya hayáis llegado a su límite y quiera hacer otras cosas.

Pero sobre todo, despeja tu agenda para tener ratos de calidad y estar con ellos. Divertíos y disfrutad y verás cómo las fotos que consigues son maravillosas. Y después, no olvides inmortalizarlas con tu álbum ;)